El verano se nos va. En todo este tiempo, muchos colores han ido desfilando por campos y paisajes:
Desde los tonos pálidos de los atardeceres de principios de primavera,
| Vista de la Bahía de Roses (Alt Empordà) |
que fueron dando lugar a días cada vez más largos y coloreados,
hasta que el sol y sus ejércitos de girasoles se apoderaron de los campos ampurdaneses,
y los trigales, de algunos riojanos,
sin olvidar que los viñedos son los protagonistas de esta tierra de vinos y buen comer.
El verano con toda su vitalidad se había instalado y atrajo a muchos visitantes que desde muy lejos llegaron buscando el sol (y algunos, a Dios),
visitantes que ahora nos dejan y con su partida se llevan los días coloridos y soleados a otra parte del mundo.
| Cigüeñas en torre de iglesia (Tudela) |
visitantes que ahora nos dejan y con su partida se llevan los días coloridos y soleados a otra parte del mundo.
| Cigüeñas en campo de Vilafant (Alt Empordà) |
A preparanos para el otoño, para un nuevo ciclo, sin olvidar que los colores y la luz siempre regresan. Adéu verano!